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La historia del concentrador de oxigeno y los inicios de la oxigenoterapia

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La historia del concentrador de oxigeno y los inicios de la oxigenoterapia

En la actualidad es muy común observar un concentrador de oxígeno y saber que tiene como función extraer el oxígeno del aire del ambiente, el cual a través de una cánula nasal es suministrado al paciente. Lo que hace este equipo es que lo concentra del aire que está en el ambiente, el cual contiene 21% de oxígeno, que es de donde lo concentra. Se trata del medio para obtener oxígeno más seguro, menos caro, así como la fuente más conveniente comparada con el suministro de cilindros de oxígeno comprimido. Sus ventajas son múltiples, sin embargo hace algunas décadas, aunque seguramente soñaban con la libertad que proporcionan estos equipos, la realidad es que sus inicios fueron muy diferentes. Por ello, en esta ocasión en Inogen México, nos hemos propuesto compartirles una lectura amena y agradable, sobre estos equipos que son el resultado del desarrollo agigantado de la medicina y la tecnología.

La terapia de oxígeno a largo plazo indica el suministro continuo, o por lo menos de 15 horas por día, utilizando cantidades y flujo de oxígeno suficiente para llevar la presión arterial de oxígeno, dentro de los valores más cercanos posibles de su normalidad. El oxígeno es el elemento químico más común en la corteza terrestre: en el nivel de la atmósfera, se lleva a cabo lo que se denomina “ciclo de oxígeno”, de enorme importancia para la vida en la tierra, ya que tiene un papel importante en todos los procesos de oxidación naturales. El oxígeno se encuentra en la naturaleza solo en el estado gaseoso y es incoloro, inodoro, sin sabor, y aunque no es inflamable, es capaz de contribuir a la combustión espontánea.

Lo que la historia nos cuenta sobre la oxigenoterapia

La terapia de oxígeno se utiliza con eficacia desde hace más de medio siglo en los pacientes con insuficiencia respiratoria. Incluso el significado capital del oxígeno como proveedor de energía de las células fue reconocido ya en el siglo XVIII, pero por falta de posibilidades técnicas no se pudo aplicar a ámbitos terapéuticamente utilizables. Sus antecedentes se remontan hasta la época del alquimista, médico y astrologo suizo conocido como Paracelso, quien sospechaba que el aire contenía una sustancia favorecedora de la vida.

Fue al comienzo del siglo XX cuando se utilizaron las inhalaciones de oxígeno para tratar enfermedades pulmonares agudas o crónicas en el ámbito clínico o quirúrgico. El tormentoso desarrollo de la anestesia y de la medicina intensiva después de la Segunda Guerra Mundial, no llevaron solo a un sinnúmero de reconocimientos científicos sobre la interacción del oxígeno, la regeneración celular y la circulación sanguínea, sino también a la implantación de la oxigenoterapia en la medicina ambulatoria.

Se destaca la participación del físico Manfred Von Ardenne, con su terapia multipasos de oxígeno, de la que actualmente existen diferentes variantes, además de su Oxigenoterapia trifásica, la cual demostró que las inhalaciones diarias de oxígeno, más de 20 días consecutivos mejoran la oxigenación de los tejidos. Además, el profesor alemán Ardenne realizó las primeras observaciones científicas de que la concentración de oxígeno en la sangre disminuye con la edad, el estrés o la enfermedad.

En general, los avances de la oxigenoterapia nos transportan hasta la actualidad, en que el concentrador de oxígeno ofrece una calidad de aire más pura que la que encontramos en el ambiente, pero para que ello sucediera, la oxigenación ha pasado por diferentes momentos claves, desde 1650 se suceden los experimentos y descubrimientos acerca de los gases.

  • Entre los años 1771 y 1777 comenzaron los experimentos del científico Joseph Priestley, quien dio a conocer casi una docena de gases nuevos, entre ellos, el más importante el descubrimiento del oxígeno. Gracias a ese descubrimiento se consiguió alargar la vida de los animales de experimentación encerrados en cámaras herméticas, cuando les hacía respirar este nuevo gas obtenido del óxido de mercurio y que llegó a ser bien identificado como oxígeno, haciendo posible la respiración animal.
  • Laurent Lavoisier en 1784, en compañía con Seguin realizaron estudios con máscaras faciales, para medir el consumo de oxígeno en reposo y en ejercicio. Ese mismo año lograron sanar dos casos de tuberculosis pulmonar mediante la inhalación de oxígeno.
  • Entre las décadas de 1920 y 1960, el médico Alvan Barach, uno de los pioneros de la terapia respiratoria, perfeccionó los sistemas de administración del oxígeno y diseñó diversos tipos de máscaras faciales, además de precisar las indicaciones. Se le considera como el verdadero artífice de la oxigenación tal y como la conocemos en la actualidad. Presentó el equipo “Oxy-Hale”, que fue el primer equipo portátil, de tamaño reducido, para administrar oxígeno a diversas concentraciones, el cual utilizaba un sistema de pequeños cilindros con oxígeno a altas presiones, que además era muy fácil de transportar por los pacientes.
  • En 1944, Alvan Barach trató con oxígeno a algunos pacientes con enfisema. En la década de los 60, Barach descubre las primeras observaciones sobre la fortuita utilidad del ejercicio físico en el tratamiento de la enfermedad respiratoria, ya que su madre era víctima de disnea, Barach se convirtió en un apasionado de este mal y llegó a constatar que actitudes corporales adaptadas, a la par de un entrenamiento ventilatorio, en compañía de otros ejercicios, aumentaban la tolerancia al esfuerzo de su madre y sus pacientes.
  • La oxigenoterapia domiciliaria aparece en 1970 cuando Neff y Petty publicaron sus primeros trabajos.

Pese a las críticas que sufrieron muchos pioneros, en la actualidad el oxígeno es la única terapia segura que puede ralentizar o estabilizar la evolución de la enfermedad cardiaca pulmonar, secundaria a la vasoconstricción hipóxica. La evolución de la oxigenoterapia se vio favorecida por los avances tecnológicos en medicina y la profesionalización de las ciencias de la salud.

En Inogen México estamos orgullosos de ser parte de la evolución de la salud, poniendo al alcance de todos el concentrador de oxígeno más moderno, liviano, silencioso y más pequeño del que se dispone en el mercado. Incluye una batería que dota al usuario de la independencia de tomar su terapia de oxígeno donde quiera que se encuentre. Buscamos ser parte del incremento en su calidad de vida. ¡Estamos para servirles!