El concentrador de oxígeno es sin duda de importancia crucial para muchas personas, pues con este es posible que eviten los inconvenientes relacionados con los problemas respiratorios y que tengan así una mejor calidad de vida; sin embargo, es relevante que conozcan de antemano cuál tipo de concentrador necesitan en función de sus necesidades y su modo de vida. En esta entrada les explicaremos qué son las unidades de flujo continuo, para que determinen si son lo que necesitan.

Los equipos de flujo continuo son los más comunes en lo relativo a los suministros de oxígeno, los cuales hacen que el oxígeno fluya de manera continua a velocidades específicas y constantes. Su funcionamiento, para mayor claridad, puede equipararse con una fuente de agua: cuando dicha fuente es encendida, el líquido sale a un ritmo continuo. Si tal fuente estuviese fluyendo a 1 LPM (litro por minuto) y tuviesen que ocupar de tal emanación, lo más probable es que no consuman dicho litro con precisión. Lo mismo es aplicable a una unidad de flujo continuo, con el que habrá cierto excedente de oxígeno a causa de la constancia en su suministro.

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