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Uso de un concentrador de oxigeno como parte del tratamiento para infecciones respiratorias en niños

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Uso de un concentrador de oxigeno como parte del tratamiento para infecciones respiratorias en niños

Es a través de un concentrador de oxígeno que se puede suministrar oxígeno suplementario a aquellos pacientes que presentan una deficiencia respiratoria, ya sea por un padecimiento crónico o por encontrarse en una situación en la que la cantidad de oxígeno que inhalan no es suficiente para que su organismos realice sus funciones de manera normal.

Oxigenoterapia es el término empleado para referirse a esta aplicación del oxígeno y en publicaciones anteriores en este blog hemos hablado de algunos de los casos en que se encuentra indicada y de las recomendaciones generales de su aplicación. Para que nuestros visitantes conozcan más acerca de los usos que se le da a un concentrador o generador de oxígeno como los que encontrarán en nuestro catálogo de productos, en esta ocasión hablaremos de la oxigenoterapia empleada en el tratamiento de infecciones respiratorias en pacientes infantiles.

Se han realizado diferentes pruebas para determinar el efecto del uso de oxígeno suplementario en el tratamiento de pacientes infantiles con infecciones agudas en las vías respiratorias inferiores y a partir de ellos se han establecido las pautas a seguir para suministrar oxigenoterapia correctamente y su frecuencia de aplicación.

La importancia que se les ha dado a este tipo de pruebas está directamente relacionada con el hecho de que en los niños menores de cinco años de edad, las infecciones agudas en las vías respiratorias inferiores son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad, particularmente en aquellos países de ingresos bajos.

Por tanto, estas pruebas no solo han pretendido definir cómo debe ser el tratamiento, sino también de qué manera la oxigenoterapia puede contribuir a evitar el desarrollo de enfermedades de mayor gravedad.

Para la administración de oxigenoterapia en pacientes infantiles, se recomienda el uso de un concentrador de oxígeno y utilizar métodos no invasivos, como son una cánula nasal, una mascarilla, un catéter nasofaríngeo y un casco cefálico en las concentraciones indicadas por el médico encargado de llevar el caso.

En este punto conviene aclarar que las indicaciones médicas para cada persona serán diferentes y por esa razón no se recomienda el uso de un generador de oxígeno sin haber consultado previamente a un especialista. En oxigenoterapia el oxígeno debe verse como un medicamento y su inadecuada administración puede resultar riesgosa, por tanto, se debe contar con una guía y hacer la configuración correcta de los equipos a utilizar.

Como acabamos de mencionar, las pautas para el uso de oxigenoterapia en el tratamiento de enfermedades agudas en las vías respiratorias inferiores en niños varían de un paciente a otro, tanto en velocidad de flujo del oxígeno como en la vía de administración del mismo, así como el momento en que es necesaria.

Para saber en qué momento administrar oxígeno suplementario hay algunos conceptos que se deben tener claros, hipoxemia e hipoxia, ya que la oxigenoterapia tiene como objetivo principal evitarlas. Por un lado la hipoxemia se refiera a una disminución de la presión parcial de oxígeno arterial por debajo de 60 mmHg, lo que provoca una saturación de oxígeno arterial, mientras que la hipoxia es la deficiencia de oxígeno en los tejidos.

Ahora bien, como es de esperarse, para identificar la hipoxemia que puede conducir a un grado de hipoxia es necesario realizar una medición de la presión parcial del oxígeno arterial, lo que se hace a través de un pulsímetro. Aquí nos encontramos con otro factor que se debe considerar, que es en qué momento resulta pertinente llevar a cabo tal medición.

Para ello se puede recurrir a una revisión de los signos que presenta el niño detectados como signos clínicos hipoxemicos, en los que se incluyen el cabeceo, la somnolencia y la cianosis, que es la palidez o la coloración azul de la piel y mucosas, en caso de que la medición indique una presión parcial de oxígeno se encuentra fuera del rango considerado como normal, se recomienda aplicar oxígeno suplementario terapéutico.

La oxigenoterapia correctamente aplicada logra cumplir sus objetivos, que son la corrección de la hipoxia, la disminución de los síntomas que se encuentran asociados con una hipoxemia de tipo crónico, el control de la hipertensión pulmonar en los casos de hipoxemia crónica, la disminución de la carga de trabajo para el sistema cardiopulmonar, el aumento de la tolerancia al ejercicio y el favorecimiento del crecimiento somático.

Con el tratamiento de oxigenoterapia se producen niveles elevados de oxígeno en alveolos y en la sangre, lo que se puede medir a través de la oximetría de pulso. Es por estos efectos que tiene la oxigenoterapia que se recomienda para el alivio de los síntomas que se encuentran asociados no solo con enfermedades agudas infecciosas en las vías respiratorias inferiores sino también para el tratamiento de enfermedades pulmonares intersticiales, trastornos pulmonares como el EPOC, y síntomas mentales,. De igual manera el suministro de oxígeno complementario permite un aumento de ventilación y gasto.

Los especialistas toman en cuenta algunos aspectos para evitar complicaciones con el uso de generadores de oxígeno para la administración de oxigenoterapia. Entre los posibles riesgos y complicaciones por los que se deben tener precauciones es una presión parcial de oxígeno arterial igual o superior a 60 mmHg puede ocurrir una depresión en la ventilación en aquellos pacientes que presentan respiración espontánea.

También es posible que se produzca atelectasias de reabsorción o depresión de la función de los leucocitos. En los pacientes prematuros con una presión parcial de oxígeno arterial mayor de 80 mmHg pueden incrementarse los riesgos de retinopatía. Se debe considerar que en los lactantes que tienen lesiones cardíacas congénitas, se puede ver comprometido el equilibrio entre el flujo sanguíneo sistémico y pulmonar, así co alterar los patrones respiratorios.

Finalmente es importante considerar que existen riesgos de que se presente una contaminación bacteriana si además se utilizan equipos humidificadores o nebulizadores.

Estos son solo algunos de los aspectos que se toman en cuenta al momento de definir las características que debe tener un tratamiento de oxigenoterapia. Cabe mencionar que además de seguir las pautas indicadas por el médico es fundamental, para el éxito de la terapia, configurar correctamente los equipos empleados, así como darles un mantenimiento periódico adecuado para garantizar que operan correctamente.

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